¿Cómo configurar equipos de trabajo de alto impacto?

La fuerza laboral de las organizaciones hoy en día se conforma, al menos, por cuatro generaciones. Cada una de ellas cuenta con sus particulares características en cuanto a resolución de problemas, estilos de aprendizaje y pensamiento. Para tener una visión global de dichas características, lo ideal es realizar un diagnóstico, pero, ¿qué instrumento me permite obtener esa información?

La evaluación de lateralidad cerebral y preferencias de pensamiento te ayudará a comprender los talentos de tu fuerza laboral, sus canales de comunicación, la manera en cómo aprenden y cómo atienden las diversas tareas que se les presentan en el día a día.

Esta prueba permite conocer el o los estilos de pensamiento preferidos por cada colaborador en 4 cuadrantes: analítico, organizador, conceptualizador e interpersonal.

1. Analítico: se caracteriza por el trabajo con teorías.
2. Organizador: es cuantificador y de procesos.
3. Conceptualizador: descubre y trabaja con ideas originales.
4. Interpersonal: siente, comparte y valora el contacto social.

Es importante saber que todas las personas contamos, de manera natural, con los 4 estilos de aprendizaje, sin embargo, existe alguno que utilizamos de manera preferida, observándose así en los resultados, como el puntaje más alto o destacado.

Por qué medir los estilos de pensamiento

Medir los estilos de pensamiento es de gran utilidad para comprender en dónde pueden estar los posibles bloqueos en la comunicación de los equipos debido a las diferencias que puedan existir entre el equipo de trabajo.

Cuando todos los miembros del equipo utilizan de manera preferida el mismo estilo de pensamiento, la comunicación se vuelve más fluida y competitiva, sin embargo, cuando los estilos de pensamiento se contraponen puede gestarse hostilidad y falta de sinergia en los grupos.

¿Cuáles son los estilos de pensamiento compatibles?

Los estilos de pensamiento compatibles son el analítico y el conceptualizador, el organizador y el interpersonal dado que, se complementan. Mientras que el analítico ayuda al conceptualizador a sustentar sus ideas con bases teóricas, el conceptualizador apoya al analítico a ser más flexible y creativo en su pensamiento. Por otro lado, el organizador provee al interpersonal de estructura en sus acciones y el interpersonal da al organizador una visión empática para reconocer la importancia de tomar en cuenta a las personas en los procesos.

Es importante diagnosticar los estilos de pensamiento en un equipo, ya que así podrás configurar equipos con colaboradores que puedan complementarse entre sí, y enriquecer cada entregable sumando diferentes perspectivas.

Asimismo, cuando un líder de área cuenta con este tipo de información, puede delegar -con bases más firmes- las tareas a su equipo, basándose en las fortalezas de cada uno de los colaboradores y configurar equipos capaces de hacer sinergia. Además, puede dar retroalimentación a sus colaboradores sobre aquellos canales de comunicación y el tipo de información que es significativa para ellos, facilitando la comprensión para el logro de objetivos comunes.

Los procesos de selección y conformación de equipos de trabajo no tienen que seguir realizándose con base en las prácticas tradicionales…

donde sólo se verifica que las personas cuenten con la experiencia y habilidades requeridas para un puesto, puesto que ahora se tienen instrumentos para saber, si ese nuevo colaborador tiene potencial para comunicarse adecuadamente, no sólo con el resto de los colaboradores de su área sino con los del resto de las áreas que conforman la organización.

La prueba de lateralidad cerebral y preferencias de pensamiento es una excelente alternativa para completar, con información cuantificable, cuál es el subsistema en que se generará mayor éxito al incorporar un nuevo elemento con las características que mide.

Si deseas ponerlo en práctica en tu organización, ¡contáctanos! En Armstrong contamos con distintas pruebas que podrán evaluar el talento de tu organización.