¿Cómo reducir el estrés laboral con políticas de bienestar?
El estrés laboral es un problema en crecimiento que afecta a millones de personas en todo el mundo. De hecho, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que el estrés laboral es una de las principales causas de problemas de salud mental y física, contribuyendo a la pérdida de aproximadamente 12,000 […]
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El estrés laboral es un problema en crecimiento que afecta a millones de personas en todo el mundo. De hecho, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que el estrés laboral es una de las principales causas de problemas de salud mental y física, contribuyendo a la pérdida de aproximadamente 12,000 millones de días laborales anualmente. Este fenómeno cuesta a las economías globales cerca de 1 billón de dólares cada año debido a la disminución de la productividad.
Las políticas de bienestar laboral no solo reducen significativamente el estrés, también promueven un entorno de trabajo más saludable y productivo. Según un informe de Gallup, los empleados que se sienten apoyados en su bienestar son 3.2 veces más propensos a estar comprometidos en su trabajo, lo que aumenta la productividad y reduce la rotación de personal.
Esto es un parteaguas fundamental para explorar el impacto del estrés laboral y cómo las empresas pueden implementar políticas de bienestar efectivas para mitigar sus efectos.
Tabla de contenidos
¿Por qué es importante reducir el estrés laboral?
Reducir el estrés mejora el bienestar de las personas trabajadoras, y a su vez, genera beneficios tangibles para la organización. Un estudio de American Psychological Association (APA) estima que el estrés laboral cuesta a las empresas más de 300 mil millones de dólares al año debido al ausentismo, la rotación de personal y la disminución en la productividad.
Además, según European Agency for Safety and Health at Work (EU-OSHA), entre el 50-60% de las jornadas laborales perdidas en Europa están relacionadas con el estrés en el trabajo. Esto y afecta el desempeño de las personas, y aumenta los costos operativos.
Reducir el estrés a través de políticas de bienestar es una inversión estratégica generar grandes retornos para las empresas. Aquí te compartimos cómo hacerlo.
Políticas de bienestar recomendadas para reducir el estrés laboral
1. Implementa horarios flexibles y trabajo remoto
Una de las causas más comunes del estrés laboral es la dificultad para equilibrar la vida personal y profesional. Por eso, una de las políticas más efectivas que puedes implementar es la flexibilidad en los horarios laborales y la posibilidad de trabajar de forma remota. Esto permite a las personas ajustar su jornada según sus responsabilidades personales y optimizar su tiempo de trabajo.
Opciones viables son el teletrabajo, días flexibles o la posibilidad de adaptar la jornada laboral a las necesidades individuales. Este enfoque reducirá el estrés y fomentará una mayor autonomía y satisfacción en el trabajo. Un estudio de FlexJobs muestra que el 84% de las personas consideran que los horarios flexibles ayudan a reducir el estrés, al permitir una mejor conciliación entre las responsabilidades laborales y personales.
2. Fomenta pausas activas y promueve el ejercicio físico
El ejercicio es una herramienta poderosa para combatir el estrés. Estimular a tu equipo para que realice actividades físicas, como caminar o estirarse durante el día seguro mejorará el bienestar general.
Una alternativa interesante son las pausas activas durante la jornada laboral. Puedes organizar sesiones de ejercicios breves o permitir que las personas salgan a caminar o hagan estiramientos. Si es viable, considera habilitar un espacio en la oficina para la actividad física o incentivar la suscripción a gimnasios.
3. Ofrece apoyo a la salud mental
La salud mental es un aspecto crítico del bienestar laboral. Las personas que experimentan altos niveles de estrés se beneficiarán enormemente de tener acceso a recursos de apoyo, como sesiones de coaching, asesoramiento psicológico o programas de asistencia para empleados. Un informe de la OMS señala que cada dólar invertido en programas de salud mental genera un retorno de 4 dólares debido a la reducción de costos por baja productividad y ausentismo.
Implementar un programa de asistencia psicológica que ofrezca asesoramiento profesional es una estrategia de bienestar impactante desde el día uno en los colaboradores. También ofrecer talleres y charlas sobre gestión del estrés laboral, bienestar emocional y técnicas de mindfulness son alternativas beneficiosas. Es importante crear una cultura organizacional donde la salud mental no sea un tabú y se promueva la apertura y el apoyo mutuo.
4. Crea espacios de desconexión en el lugar de trabajo
Contar con áreas en la oficina que permitan la desconexión momentánea son una gran ayuda para reducir el estrés laboral. Estos espacios deben estar diseñados para que las personas se relajen y recarguen energías durante la jornada laboral. Un ambiente que facilita la desconexión ayuda a mejorar el enfoque y reduce la tensión acumulada.
Estos espacios pueden incluir áreas de meditación, sillones cómodos o incluso zonas de silencio. American Institute of Stress hace pausas regulares que disminuyen el estrés en hasta un 50% y mejora la concentración a lo largo del día.
5. Establece políticas de desconexión digital
En un entorno cada vez más digital, la constante conexión con el trabajo genera altos niveles de estrés. El uso frecuente de correos electrónicos, chats y otras herramientas de comunicación fuera del horario laboral está relacionado con el “tecnoestrés“, que afecta tanto a la salud mental como física.
Establecer un “derecho a desconectar” o una política de no enviar correos electrónicos fuera de horas laborales es una medida que es efectiva. Esto permitirá que las personas disfruten de su tiempo personal sin la presión de estar siempre disponibles, lo que, a su vez, reducirá el agotamiento mental.
Medición del éxito de las políticas de bienestar
Es importante medir el impacto de las políticas de bienestar para evaluar su efectividad y realizar ajustes cuando sea necesario. Algunas formas de hacerlo incluyen:
- Encuestas de satisfacción laboral: realiza encuestas periódicas para obtener retroalimentación sobre el impacto de las políticas en la reducción del estrés y en el bienestar general del equipo.
- Análisis de métricas clave: evalúa indicadores como el ausentismo, la rotación de personal y el rendimiento general antes y después de implementar las políticas de bienestar.
- Sesiones de retroalimentación: organiza reuniones periódicas con el equipo para discutir cómo se sienten con las políticas implementadas y si están logrando reducir el estrés laboral.
Las políticas de bienestar no son una solución de una sola vez; deben adaptarse continuamente a las necesidades del equipo y de la empresa.
¿Y qué sigue?
Reducir el estrés laboral es posible cuando las organizaciones se comprometen a implementar políticas de bienestar que beneficien tanto a las personas como a la propia empresa. Ofrecer horarios flexibles, promover el ejercicio, apoyar la salud mental y facilitar la desconexión digital son estrategias recomendadas para mejorar el bienestar en el trabajo.
Invertir en estas políticas ayuda a reducir el estrés y a aumentar la satisfacción, la productividad y la retención de las y los colaboradores. Como resultado, la empresa se beneficia de un entorno más saludable y sostenible, donde las personas pueden rendir al máximo sin comprometer su bienestar.