Conectamos sueños personales con metas organizacionales

Un sueño puede interpretarse de distintas maneras, como una meta, una motivación o incluso un anhelo. Todos hablamos de lo que pasa cuando dormimos, esos sueños que tenemos cuando cerramos los ojos, pero mejor hablemos de los sueños que tenemos cuando estamos despiertos.

A medida que crecemos, nuestros sueños se transforman. Cuando somos niños, soñamos con tener un perro, el juguete de moda, un hermanito. Pero ahora, siendo adultos, ¿qué soñamos?, ¿esos sueños son alcanzables?, ¿son posibles? En nuestra vida profesional ¿nos cuestionamos si la organización en la que estamos nosnos permitirán cumplir nuestros sueños?, ¿los sueños de las organizaciones están alineados con los sueños de los colaboradores?

Conectar con tus sueños requiere esfuerzo, persistencia, asumir los retos, entender que de la noche a la mañana no se van a realizar. A menudo nos topamos con desafíos que nos ponen a prueba, que nos hacen pensar más de una vez qué tanto lo queremos, y ocasionalmente pueden hasta hacernos dudar. No obstante, es importante tener un objetivo claro, el cual nos ayudará a trazar el camino adecuado hacia aquello con lo que tanto soñamos. 

Constantemente podremos escuchar comentarios negativos, comentarios que nos harán pensar hasta en más de una ocasión si vale la pena continuar, si realmente es lo que quiero, y eso no significa que debamos desistir. Al contrario, todo cambio al principio puede generar un poco de incertidumbre o en ocasiones miedo, pero nunca conoceremos los resultados si no nos atrevemos a realizarlo.

Las personas perseverantes, tienden a conectar más con sus sueños, porque todos los días realizan acciones que están alineadas con el deseo de alcanzar una meta. Ser perseverante se trata de esforzarse, de seguir el camino, no darle entrada al desánimo o frustración, se trata de tener una buena actitud, de entender lo que significa conseguir una meta. Este tipo de personas persiguen sus objetivos, sin importar la adversidad. Ser perseverante implica volver a intentarlo las veces que sean necesarias necesarias, que no hay mayor fracaso, que dejar de intentarlo. El optimismo y el autoconocimiento son dos herramientas importantes en la búsqueda de nuestros sueños.

Bien dicen que Disneyland, es el lugar mas feliz del mundo, en donde todos los sueños son posibles. Cuando Walt Disney comenzó, toda la gente a su alrededor pronosticaba un fracaso, creían que no podrían vislumbrar una historia de éxito para una persona que su único “error” era soñar, y la historia nos enseñó que soñar fue su gran virtud, pues no se detuvo, tenía un objetivo claro, sorteó todos los obstáculos, las dificultades las volvió oportunidades, las críticas las convirtió en aplausos y sus sueños los volvió realidad, y aún tiempo después, su sueño sigue activo.

Hoy en día, las nuevas generaciones tratan de alcanzar el éxito laboral, sin descuidar sus preferencias, su forma de ser y la manera en la que la vida les da más sentido. También, tienen más definido que no les favorecerá para alcanzar sus sueños.

Vivimos en un mundo tecnológico, en donde por momentos se pierde el contacto humano, ese delgado equilibrio entre lo automatizado y lo racional, y es ahí donde debemos reflexionar, donde podemos utilizar todos los elementos actuales que nos rodean, para entonces sí, poder brindar las condiciones en nuestra organización, para que los colaboradores puedan realizar sus sueños.

Hoy, más que antes es importante saber manejar el desarrollo humano dentro de las empresas. Entender, reconocer y apoyar los sueños personales, para poder cumplir metas organizacionales. Darles valor a los sueños individuales para en conjunto alcanzar uno más grande. Comprender a un grupo de colaboradores soñadores, nos dará una mayor oportunidad de conseguir mejores resultados.

Trabaja en conjunto con tus colaboradores, apóyalos, hazlos sentir que todo es posible. Recuerda tu ascenso laboral, recuerda cómo empezaste, recuerda cuáles eran tus sueños, cuántos de ellos los has alcanzado, cuáles te faltan, si has tenido nuevos sueños. Y sobre todas las cosas, nunca dejes de soñar.