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¿Por qué tu empresa es inclusiva y diversa? 

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Armstrong

6 de agosto de 2022

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 Ya hemos hablado de la inclusión y diversidad en las organizaciones, partiendo de qué son y cómo contar con un programa en tu empresa.

Sin embargo, hoy vamos a profundizar en aquello que nos motiva como personas y organizaciones a incorporar ambos conceptos a nuestra realidad.

No quedarnos en la superficie diciendo que promovemos la diversidad e inclusión, o que nuestra empresa realizó hace un tiempo un programa de inclusión y diversidad, o que cubrimos como si fuera una cuota cierto número de colaboradores que nos ayudan a considerarnos inclusivos o diversos. 

Somos una empresa en favor de la diversidad e inclusión

Si bien hoy en día muchos hablamos de que nuestra organización es inclusiva y diversa, o que estamos realizando alguna iniciativa para contar con una cultura donde la diversidad e inclusión sean parte de ella. ¿Cuántos en realidad tenemos una visión clara de para qué hacemos lo que hacemos? O incluso, decimos lo que somos sin saber si lo somos, por qué y para qué lo somos.

No quisiera haber sonado a trabalenguas, pero mi reflexión va en el sentido de que existen muchas organizaciones que buscando pronunciarse ante “el tema del que hoy están hablando todos”, fácilmente dicen que son inclusivas o diversas. Sin embargo, lo que comunican no está respaldado con lo que sucede al interior de la organización. 

Lo que comunicamos

En el estudio de Porter Novelli “2021 Porter Novelli Business & Social Justice Study” el 64% de los encuestados dijo que las empresas deben primero realizar un progreso interno en materia de justicia, equidad, diversidad e inclusión (JEDI) antes de expresarla en el exterior.  

¿Has escuchado del whitewashing y sus variantes? Es un concepto que refiere entre otras cosas a acciones de marketing y comunicación falsas, realizadas para promocionarse como simpatizantes y promotores de un movimiento.  

Por ejemplo, pinkwashing que va en torno a los derechos LGBTIQ+; purplewashing respecto a la igualdad de género; redwashing para quienes se dicen comprometidos con la igualdad social; greenwashing para quienes se quieren mostrar involucrados en el respeto al medio ambiente.  

La comunicación es una parte importante de toda organización. Permite a los que no somos parte de la organización saber de qué manera actúa una empresa, qué hace en términos de responsabilidad social, cómo se involucra con sus colaboradores, pero también con su entorno. Pero lo que resulta aún más importante es que eso que se comunica sea simplemente el reflejo de lo realizado.

Nuestras palabras como reflejo de nuestros actos 

El informe global “When Women thrive 2020” de Mercer compartió que el 81% de las organizaciones a nivel mundial afirmó que están concentradas en las mejoras de diversidad e inclusión.

Sin embargo, solo el 42% informa que tiene una estrategia de diversidad e inclusión documentada de varios años.

Solo el 50% de las organizaciones a nivel global fija metas u objetivos cuantitativos para los resultados en cuanto a diversidad e inclusión, como igualdad de representación, de participación y de salarios.  

Hablar de inclusión y diversidad es un asunto de todos. Por ello es que no está en discusión que sean temas que solo algunos o algunas empresas puedan abanderar. 

En realidad, todas las organizaciones y todos como seres humanos debemos estar comprometidos con crear de este mundo un lugar donde el respeto, aceptación y celebración de la diversidad nos permita ser inclusivos en cualquier escenario y entorno

Cuestiónate

Por ello, hoy invito a que tu organización antes de difundir que están en favor de la inclusión y diversidad, cuestionarse: 

  • ¿Se habla abiertamente de estos temas al interior de la organización? ¿De lo que opinan los colaboradores, de la postura de la empresa, de lo que cada uno desde su espacio y sus actos aporta en favor de la inclusión y diversidad? 
  • ¿De qué manera cómo Recursos Humanos y líderes promueven contar con una cultura de inclusión y diversidad?  
  • ¿Cuentan con una política, programas, estrategias, objetivos, iniciativas que les permitirán a través del tiempo crear, consolidar y mantener una cultura de inclusión y diversidad? 

Además, mantenernos siempre informados de lo que a nivel político, cultural y social sucede en nuestro entorno, nos permite tener más herramientas para construir un camino propio. Por ello, conocer el Programa nacional para la igualdad y no discriminación 2021-2024 o la guía ciudadana en torno a este, siempre es valioso.  

Las empresas y sus programas de diversidad e inclusión

Cuando una organización cuenta con un programa de diversidad e inclusión, la comunicación se ve como un paso natural donde se refleja aquello que día a día construye su cultura.

Aquí te comparto 10 empresas que hoy en día comunican lo que realizan en torno a la diversidad e inclusión. Quizás en ellas encuentras inspiración, identificas buenas prácticas, o descubres iniciativas similares a las que realiza tu organización. 

¿Qué valores deben prevalecer en la visión organizacional de la inclusión y diversidad?

La filosofía de cada organización es única, de ahí que los valores que respalden cualquier programa o estrategia están alineados a esta filosofía.  

Sin embargo, considero que hay 5 valores que, aunque sería enriquecedor que sean parte de la filosofía organizacional, si es que no es así por ahora, si deben ser eje de las organizaciones cuando se quiere que la inclusión y diversidad sean parte de su cultura. 

Tolerancia

Ningún ser humano es igual a otro. Nuestras formas de pensar, sentir y creer son distintas, sin embargo, no por ello no merecen nuestro respeto. 

Las ideas, creencias, opiniones, formas de vivir o actuar de los demás, aunque puedan llegar a ser contrarias a las nuestras, debemos aceptarlas y respetarlas.  

Igualdad

En la encuesta sobre discriminación en la Ciudad de México compartida por COPRED; después de salud, educación, trabajo y vivienda que son los derechos que las personas consideran más importantes, se encuentra el derecho a la igualdad y a la no discriminación.  

Igualdad de oportunidades para que las personas puedan ser parte de una organización, desempeñarse en ella, desarrollarse, crecer.  

 Y este valor se enriquece o forma parte de la justicia social, así como la equidad.  

Empatía

Desde que estamos en la escuela nos hablan de la empatía al ser capaces de ponernos en los zapatos de otros. Por su parte, la RAE nos dice que es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. 

A los seres humanos en muchas situaciones nos suele suceder que mientras algo le pase al de enfrente y no a nosotros, creemos que todo está bien. Y entonces si nosotros o alguien que es importante para nosotros no es menospreciado, maltratado, humillado, ofendido, aun cuando estemos frente a la situación, podemos llegar a pasarla desapercibida o restarle importancia.  

Responsabilidad social

Tener la calidad de vida que todos deseamos, ser una sociedad en la que no existen minorías, opresión, discriminación, desigualdad, injusticias es labor de todos.  

Por ello, una organización comprometida con su entorno, con el bien común, con su sociedad desde todos sus ángulos es capaz de transmitir la convicción de crear un mejor espacio para todos y con ello, cada colaborador puede sentirse inspirado para sumarse de forma voluntaria a ser parte del cambio. 

Respeto 

Para mí este es el valor central con el que los seres humanos deberíamos conducirnos por la vida. Apreciar a las personas desde un espacio donde la tolerancia, equidad, empatía e incluso amor y compasión tienen cabida.  

Las personas convivimos en sociedad, pero no por ello perdemos nuestra individualidad. De manera que cada uno es distinto y mientras exista la capacidad de escuchar, aceptar, considerar a los demás, estamos procurando un mundo donde la armonía reine. 

No podemos olvidarnos nunca de actuar desde el amor. Siempre que cualquier pensamiento, decisión o acción venga desde el amor, amor a nosotros y a la persona que tenemos a nuestro lado, iremos por el camino correcto. 

Como decía Renato Opertti en términos de educación inclusiva, y que es algo que personalmente creo que aplica en cualquier entorno de la vida: “Las diferencias y las diversidades deberían ser no solo toleradas sino ante todo respetadas, valoradas, bienvenidas y celebradas”

La inclusión y diversidad empieza en ti 

Podríamos pasar horas hablando de lo que las leyes nos dicen, lo que la sociedad nos ha enseñado, lo que nuestro entorno nos demanda, lo que una organización promulga.

Sin embargo, al final del día, la transformación del mundo, de un país, de una organización tiene las bases en la transformación individual. Lo que cada uno de nosotros hacemos en nuestro día a día. 

Porque una vez que la organización establece su visión, enriquece su filosofía, arma su estrategia, define sus programas, comienza con sus iniciativas en pro de la inclusión y diversidad, nada de esto tendrá sentido si las personas que forman parte de la organización no se suman, no creen, no les interesa. 

Es tarea de todos en la organización

No solo se trata de Recursos Humanos o de los líderes. Todos los colaboradores desde donde se encuentran siempre pueden elegir qué persona son, qué valores rigen en su vida, cómo es su actuar, en qué creen, en qué se basan sus decisiones, cómo ven a los demás.

Siempre podemos elegir conducirnos con respeto, apreciar las contribuciones que hacen los demás, valorar lo que las diferencias suman, aceptar que la autenticidad que cada uno de nosotros podemos aportar es enriquecedor. 

Y también todos podemos estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Si estamos frente a un escenario de discriminación, escuchamos alguna humillación, reconocemos que la conducta de alguien no es inclusiva, que existe alguna falta de respeto u ofensa, es nuestro deber y responsabilidad actuar alineados a nuestros principios y valores. 

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